En la entrada anterior les comentaba los posibles peligros de las langostas y la necesidad de armar con berettas a los niños de Illinois contra este terrible crustáceo.
Evidentemente no deseo hablarles sin conocimiento de causa y este fin de semana realicé la comprobación empírica de los peligros de la langosta. Las fotos que aparecen a continuación son totalmente reales.
Sujetos exterimentales:
Mi señora y yo mismo.
Dosis aplicada:
Una langosta en caldereta.Una langosta al alioli
Lugar de experimentación:
Cala Fornells, Menorca
Resultado:
Devastador. Dos estómagos satisfechos y una cartera temblando. Habrá segundo asalto.
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